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Gran cabezota frontal, "decana" capilaridad. Blanco gris y negro en total.

El rostro dulcemente "estereotipado" por una sonrisa que se quedó ahí. Y se quedó ahí nomás. Y quedó para jubilarse...

pero AHÍ. El tiempo "escrituró" ese rostro solitario, transformándolo en tridimensional referencia "cartográfica". Encima, como parte del "díptico", diversos recuadros pequeños como matrimonios "long-play", donde el hombre y la mujer quietean pacificados, a través de los cuales (jóvenes y no tan jóvenes), mucho más allá de la interpuesta ropa, se abalanzó sin bosal, seguramente ansioso, el cánido encendido. Acaso después no tan abrazado o frenético como al principio. Pero... bueno...

 

La archi-dama del fotógrafo aparece como... "en trance", entregada doblegadísima a los probables e imperceptíbles manoseos del aeroespacio nudista, inocentísimo no obstante. La clarificada superficie frontispicia ha de "sentir" su externa, sutil "remodelación" lumínica, claro que sí. No existe la voluntad de demostrar voluntad. Sino, más bien en desembarazarse de losacostumbramientos semanales, de los restos carbonarios ya combustonados

 

Planta indefensa de un pie gigantesco, en "rigurosísimo" azul. Encima -otro "díptico vertical"- multiplicidad de recuadros menudos a todo color, tal que si fueran, sus moradores vitalícios gentes de ocupaciones varias, "registrados" con "sesgadura standard. Un carácter revisteríl "campea" por todo lo alto, en contraste con el pie voluminoso, monocromo, casi somkbrío, donde se inicia siempre toda marcha, todo emprendimiento.

 

Delante del cortinado arboreo, solo la línea exterior lúmbrica de una transparente silueta juv luego de sus figuraciones eníl. Fantasmal aparición diurna de quién sabe qué mudchacha pretérita, substraída, sin rescate, tras la clausura que "escamotea" cualquier fosforesencia o girándula exuberante luego de sus figuraciones fogaráceas.

 

En fin; hay más fotografías que mereceen ser citadas, pero solo queríamos poner algunos ejemplos demostrativos del estilo schettiniano.He aquí pues, un camarógrafo que cada vez que empuña la máquina fijativa...queda sujeto naturalmente, sin proponérselo, un "vapor"-diríamos - de inconfundible "alcance suprafronterizo". La radicación terrenal, lugareña, no consigue andadura. Al autor solo le interesa que ewl asentamiento aludido de sus placas visualizadoras, se encuentre dentro de sí. El es...SU PATRIA. La única patria viable. Y así alcanza una "dimensión planetaria", no específicamente "uruguaya", no "regionalista reconocible", no de "pintoresquísmo baratieri" no "tontona" o "adulona" o "serviciosa". No tiene punto de sosiego geográfico. Es como si Schettini fuese un habitante que no participa de los beneficios antiquísimos de la funda oxigénica que se curva con la curvidad terreña.

(casi como los habitantes policromádos de la pintura flamenca)

Sonambuliza su trayectoria físico-intelectiva..."alegremente" Algo así... como...estar FUERA DE SI,de su quicio, tal cual lo exterior, lo poderoso exterior - EL GRAN EXTERNO -, le extranjera "lo suyo"...sin su participación voluntaria.

                                                                                                                                                 

                                                                                           Manuel Espínola Gómez         

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